El pasado jueves pudimos disfrutar de la esperada salida al Snowzone de Xanadú.
Este año ya casi todos teníamos experiencia, aunque solo sea de cuando fuimos el curso pasado. Tras cambiarnos y guardar nuestras mochilas, fuimos entrando en la pista. Nos dividimos en varios grupos según nuestro nivel, y ya cada grupo se fue con su monitor.
Los monitores nos fueron indicando lo que ir haciendo durante toda la mañana. Al principio se tiraban con nosotros para acompañarnos y guiarnos, aunque después de un rato ya muchos podíamos tirarnos solos siguiendo sus instrucciones.
Pasamos una mañana de lo más entretenida. Eso sí, con algunas caídas y atascos incluidos. A pesar de ello, se nota lo que disfrutamos, y algunos ya bajan tan sueltos que parece que lleven toda la vida haciéndolo.
Después de cambiarnos de nuevo y devolver la ropa, nos sentamos un rato a comer antes de volver al cole. ¡Cómo se nota lo cansados que íbamos! Si a la ida no había un segundo de silencio entre canción y canción, a la vuelta casi no se oía a nadie: más de uno aprovechó para pegarse una pequeña siesta.
Una vez en clase, aprovechamos para comentar la experiencia e hicimos un dibujo de un saltador de esquí.
Y hasta aquí nuestro intenso día de esquí. Esperamos volver el año que viene.
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